El DDT se degrada básicamente en dos compuestos: mediante una reacción de deshidrohalogenación tiene lugar la conversión enzimática de DDT a DDE (1,1-dicloro-2 ,2-bis (p-clorofenil) etileno), y por otra parte, el DDT puede sufrir una decloración reductiva a DDD (1,1-dicloro-2 ,2-bis (p-clorofenil) etano), siendo esta última más rápida que la primera.
Ambos compuestos son también muy persistentes y presentan propiedades químicas, físicas y toxicológicas similares al producto original, y perduran en el suelo hasta el 50% durante un periodo de 10 a 5 años después de la aplicación.
El proceso de deshidrocloración para dar DDE lo expusimos en una entrada anterior, así que nos queda explicar el proceso de descloración reductiva (deshalogenación reductiva), el cual se trata de una reacción de sustitución de un átomo de cloro por uno de hidrógeno.